Mayo. Termina el otoño y empieza el invierno. En la naturaleza, claro.

En los almanaques, no.

Muchos de nosotros estamos despertando con el beso de la coherencia y el sentido común. Lo podemos ver. Va de la mano del tan aclamado despertar espiritual, la reunificación del alma y el cuerpo, el Uno, el re-conocimiento del hombre, desprovisto de creencias y dogmas.

Los almanaques forman parte del hechizo, no solo de mayo, aunque mayo tiene muchos…

En mayo creemos en la libertad a fuerza de no faltar a los actos, sino doble falta, de paso aprendés a obedecer e idolatrar a las “autoridades”, que no son autores de nada. Diferente es el respeto a lo que es, a la verdad, a la vida tangible y a los hombres que la crean a diario con la más alta consciencia para el bien común.

En mayo aprendimos a amar los colores celestes y blancos a fuerza de ondear banderitas, de ponernos escarapelas y de disfrazarnos de damas y caballeros antiguos, si reunías las condiciones, sino te tocaba la vendedora de empanadas o pastelitos, el que prendía los faroles a vela o el de negrito a punta de carbón, o los que repartían escarapelas, no vaya a ser que te falte y te liberes del hechizo y de paso aprendas que hay castas en el pueblo, que no se dicen pero que se ven. Claro que nadie representaba a los que pedían fianzas por la negra o la india que se “perdió” que sabía planchar muy bien y era muy buena en “todos” los servicios, ni tampoco a los que se reunían en secreto para decidir como adueñarse de estas tierras y cómo convencían al pueblo que eso era bueno.

Y sigue pasando.

En mayo idolatramos el cabildo, ese edificio bonito que en realidad se tragó nuestros derechos naturales. Lo dicen las actas de mayo, esas que nunca nos mostraron en las clases de historia.

En mayo festejamos a pioneros que crearon pueblos en tierras que fueron vendidas sin ser los dueños reales, a gente que dejó todo en otro lado, a fuerza de guerras, con culturas diametralmente opuestas, que sufrió y pudo salir adelante, sin darse cuenta del plan finamente orquestado, por los mismos que se adueñaron de todo el mundo y siguen intentándolo, mientras los nietos de aquellos pioneros todavía tratan de transformar la selva en praderas con ganado o en bosques que a lo mejor atraen nieve y así sentirán que solo fue un mal sueño y honrarán a sus abuelos. Mientras los nietos de los que vivían acá, sin título de propiedad porque no se necesitaba, viven en las tierras que quedan en los bordes de las rutas que todavía no se asfaltaron o no se ensancharon.

Mayo es el mes que afianza las fronteras impuestas, dibujadas sobre la tierra real.

Mayo es el mes de mas cantidad de rituales, para engañar al alma que si sabe de libertad y de valores.

Todos la anhelan y todos creen ser libres y no saben que a fuerza de tantos disfraces, todos se quedaron con el traje de esclavo, aunque sí lo sienten, cuando corren estresados tras el sistema.

Creer es no saber, para saber hay que buscar información.

Y buscando encontramos el acta 33 de la “primera junta de gobierno” de esa que creíamos que nos hacía libres….

Es que la esclavitud no empezó ahí, sino mucho antes, con una bula papal, luego aparecieron los reyes y nobles y mas tardes los presidentes y ministros, todos ungidos por la misma iglesia, se llame como se llame. Por eso en cada pueblo hay una en el centro, al lado de los edificios cívicos que albergan a los sirvientes de los que esclavizan, hoy muy adornadas y bonitas, para que no te creas que sos esclavo, para que sigas hechizado.

Que este mayo podamos darnos cuenta que termina el otoño y empieza el invierno, la clave está en la cantidad de luz y de oscuridad, que este año llega cálido y lluvioso.

Que es por acciones que no podemos controlar. Si, algunas. Pero muchas, las más importantes, si podemos.

Los sabiondos del tiempo y del agro anunciaban un otoño seco, pero neptuno y marte ya habían prometido lluvia… y cumplieron.

Que este mayo, con el inicio del invierno, nos traiga consciencia, conocimientos, esos que nos borraron, quemaron o nos ocultaron. Que entrar adentro sirva para fortalecer el alma de cada uno.

Que en este mayo se borren los programas, los hechizos de esclavitud y podamos vivir libres de verdad, sanos y prósperos, en la única casa posible, que es la tierra, que tiene de sobra para todos y además es de todos. Nadie es su dueño particular. Cada uno tiene derecho y es responsable del espacio que puede cuidar y aprovechar para el bien de todos. Es un delito dañarla.

Las fronteras ya no existen y el invierno invita a estar adentro para salir fortalecidos afuera cuando llegue la primavera.

Que este año el reverdecer y el renacer también sea de tu alma.

Podemos llegar jóvenes a viejos, prósperos y felices. A Pura Energía.

Qué es utópico? más difícil es vivir como se vive y se logra.

Cambiar es difícil.

yo soy laura

mujer viva

soberana por haber nacido en esta tierra igual que todos, nadie no puede no nacer soberano.

La soberanía se pierde con un contrato en el que una de las partes no puede contratar porque es un bebé. Los padres engañados, entregan a su hijo, para que “sea mejor”, que sea un documentado.

Eso significa que el estado, que en realidad es una empresa se constituye en su dueño, en la autoridad de su vida, por eso dejás de poner hacer nada sin identificación, porque nada es tuyo.

Ref. YO SOY lnm – 06221969

Sin perjuicio y en honor

UCC 1-308